sábado, 12 de julio de 2014

CONSECUENCIAS NEGATIVAS DE LA ADICCIÓN AL SEXO

La Adicción Al Sexo desde el 2010  ya es una enfermedad reconocida por la literatura científica. La nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), la 'biblia' de la Psiquiatría mundial, ha incluido por primera vez en sus páginas la adicción al sexo, a la que denomina clínicamente como trastorno de la hipersexualidad, y da las claves para identificarla.
Un reconocimiento que llevaban mucho tiempo esperando los afectados por este problema -aproximadamente un 6% de la población, según la cifra que manejan los sexólogos- que saben desde hace años que su adicción no es un invento, que la vergüenza que se dan a sí mismos por la búsqueda insaciable de placer, de tratar de satisfacer rápidamente sus continuos deseos a través de una conducta reprochable ante los ojos de la mayoría y los suyos propios, no es algo imaginario.
Lo que establece el manual psiquiátrico es que "se trata de un trastorno obsesivo compulsivo. Quienes lo padecen no pueden controlar sus pensamientos ni sus actos repetitivos"
Cualquier tipo de obsesión que interfiera en la capacidad de la persona para llevar una vida normal, que le perjudique en sus relaciones personales y laborales, es una patología. En este caso la obsesión se canaliza a través del sexo de forma tan intensa que el propio afectado es consciente de que tiene un problema".
Esta definición de la hipersexualidad da la razón al doctor Patrick Carnes, uno de los mayores defensores de la adicción sexual como problema, que siempre ha mantenido que "al igual que un alcohólico es incapaz de dejar de beber, estas personas son incapaces de parar su comportamiento sexual autodestructivo".
Carnes afirma que "los sexo adictos pueden provenir de todas las clases sociales. Afecta tanto a políticos y empresarios como a los trabajadores de una fábrica".
"Esta adicción interfiere en la vida normal y perjudica las relaciones personales"


Y no es algo solamente masculino. "También se da en las mujeres y acuden a consulta por ello, aunque en menor proporción que los varones".
"Se trata de uno de los trastornos psiquiátricos más serios pero más olvidados", recoge el manual de referencia. Hace 200 años que la literatura médica habla de casos de sexoadictos. "Esto ha existido siempre, lo que ocurre es que hoy en día hay menos tabú al respecto".

Las consecuencias negativas de este trastorno suelen ser muchas.
En un estudio realizado con 207 personas con adicción al sexo,
el 17% había perdido su trabajo,
el 39% había sufrido la ruptura de una relación,
el 28% contrajo una enfermedad de transmisión sexual y en
el 78% de las personas su adicción interfería con el mantenimiento de una relación sexual saludable.

El 54% dijo que su conducta sexual comenzó a ser un problema antes de los 18 años de edad y un 30% dijo que empezó a ser problemática entre los 18 y los 25 años de edad.

La adicción al sexo  parece ser un trastorno que aparece en la adolescencia y al principio de la edad adulta. Dado que la adicción al sexo suele ser el modo que una persona ha aprendido para afrontar el dolor emocional, es lógico que aparezca a estas edades, puesto que las personas más mayores ya han aprendido otras formas (sanas o no) de hacer frente al estrés y el malestar emocional.


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