viernes, 1 de mayo de 2015

DAÑOS QUE PUEDE OCASIONAR UN ADICTO AL SEXO

LA MALDAD USA MUCHAS MASCARAS
Y NINGUNA ES TAN MALVADA COMO UTILIZAR LA MASCARA DE LA VIRTUD.



Las adicciones sexuales, de cualquier tipo, incluidas las más degradantes se dan tanto en clases sociales económicamente altas como bajas, educadas e ignorantes, del primero y del tercer mundo, entre profesionales y desocupados, en familias bien constituidas y entre personas afectivamente desamparadas, entre ateos y creyentes incluidos practicantes religiosos y consagrados. Por lo tanto la adicción al sexo no especifica de algún temperamento particular, educación, clase , cultura, condición económica, religión u orientación sexual. Lo que hay que aclarar es que generalmente la persona adicta suele tener más de una adicción sexual. Otros adictos al sexo tienen doble adicción, como al alcohol, a las drogas, etc. Muchos adictos al sexo sobre todo son también adictos al alcohol, y se emborrachan para dejar de pensar en la degradación en que sienten haber caído.



Los daños producidos por un adicto al sexo pueden ser de muy diversa naturaleza:
perjuicios físicos (miedos, traumas, odios), molares (algunas personas pueden haber sido inducidas a la adicción por culpa del mismo adicto y ellos mismos son adictos ahora o incluso hayan caído en peores adicciones. Algunas víctimas terminan con severos traumas psicológicos, etc).

En algunos casos llegan actos peores cuando se han corrido por ejemplo riesgos de contagiarse de una Infección de transmisión sexual como la Sífilis, el VIH SIDA, el Virus del Papiloma Humano, etc y luego terminan transmitiendo a sus propias parejas, a su esposa y esta a sus hijos, o a otras personas. El adicto al sexo somete a riegos a su propia familia o a otras personas.

Muchas veces los comportamientos desordenados en el aspecto sexual provienen muchas veces o están mezclados de resentimientos, amarguras y odios no resueltos, que es absolutamente necesario resolverlos, sea con tratamiento psicológico y sobre todo por el perdón. Cuando no se solucionan estos sentimientos, no se soluciona la enfermedad. Y peor en el caso de que el adicto este usando sus actos para venganza. Un ejemplo, es el hecho de saber que tienen una infección sexual, y utilizar esta para hacer daño a las personas con las cuales el o ella guardan resentimientos. Aquí, incluso una ayuda de grupos de apoyo espirituales seria sumamente conveniente.

MIGUEL ANGEL FUENTES
La Trampa Rota.

1 comentario:

  1. Una persona que ha llegado a ser un adicto sexual no tiene una relación perfecta con la verdad. Es decir niega su enfermedad o la minimiza. El orgullo y el juicio propio son las principales resistencias a aceptar la enfermedad. Muchos adictos solo aceptan que están muy enfermos cuando ya están en el fondo del poso, y el fracaso los ha dejado a un paso de la locura, de la muerte yo ya han perdido lo que daba sentido a sus vidas.

    El jucío propio representa a veces el muro infranqueable en el que se estrella todo intento de ayudar al enfermo. En tales casos, no podemos hacer otra cosa que enfrentar al enfermo con la verdad y hacerlo responsable de su propia ruina y de aquellos que puede arrastrar en su caída.

    Cuando vemos que una adicto al sexo, ya esta haciendo daño a otras personas, como es el hecho de saber que tienen una Infección de Trasmisión Sexual y lo sigue transmitiendo, o esta abusando de niños, trata de blancas, abusando de sus mismos familiares, uso de infantes para pornografía, etc… Podríamos aplicar a que conoce de estos actos y esta cerca de un adicto con juicio propio de este mensaje espiritual que encontramos en Ezequiel:

    Oirás de mi boca la palabra y les advertirás de mi parte. Cuando yo diga al malvado; “Vas a morir”, si tu no le adviertes, si no le hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, af in de que viva, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti. Si por el contrario adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, morirá el por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.

    Nuestra responsabilidad en estos casos termina con la advertencia “estas caminado hacia la muerte, estas haciendo que otros caminen hacia la muerte, terminaras por destruirte y destruir a otros. Si el sigue con su conducta de riesgo, efectivamente se hundirá, pero ya no tendremos responsabilidad sobre su catástrofe. Solo nos quedara llorarlo. Pero si nos callamos y no le advertimos, nos volvemos sus cómplices ante tantos asesinatos, o tanto daño causado por el adicto sexual.

    LA TRAMPA ROTA
    Miguel Ángel Fuentes

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