El modus operandi de un
adicto al sexo es similar al de cualquier otro adicto, en este sentido, se
puede pasar por diferentes épocas de abstinencia y tener recaídas.
Habitualmente las fantasías son el primer paso, e incluso en muchos de ellos,
el inicio del problema, cuando se empiezan a usar como forma de escapar o
evadirse de los problemas.
Las personas con este trastorno tienen
problemas laborales, familiares, económicos y sociales por su adicción ya que a
su comportamiento sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos,
comprar artículos pornográficos, llamadas frecuentes a líneas eróticas o a
mantener relaciones sexuales con desconocidos incluso sin protección, haciendo
que su vida gire en torno al sexo, sin sentir en la mayoría de las veces ningún
tipo de placer sino sentimientos de culpa y sufrimiento. No puede describirse a
través de un sólo comportamiento, ya que puede disfrazarse como una o varias de
estas formas: masturbación compulsiva, relaciones con múltiples parejas
heterosexuales u homosexuales, encuentros con personas desconocidas, uso de
pornografía, prostitución o líneas eróticas.
Otra de las características de esta dependencia es que incluso, a veces, no todo es sexo, puede alternarse con periodos de diversa duración sin conductas sexuales problemáticas.
Otra de las características de esta dependencia es que incluso, a veces, no todo es sexo, puede alternarse con periodos de diversa duración sin conductas sexuales problemáticas.
El comportamiento sexual compulsivo se
gesta, en la mayoría de los casos, en la mente, donde las fantasías sexuales,
los sueños y los pensamientos eróticos se convierten en la válvula de escape de
los problemas laborales, las relaciones rotas, la baja autoestima, la
insatisfacción personal u otros conflictos de la historia de vida.
La "agenda oculta" o
"doble vida" suelen ser características de un comportamiento
adictivo. Entonces cuando empiezan las mentiras, las que se cuentan a sí mismos
con el fin de auto convencerse de que todo está bajo control: («Ésta es la
última vez»), y las que cuentan a los demás, para ocultar sus conductas. Las
personas adictas al sexo desarrollan variadas estrategias para engañar a
terceros y en particular a sus parejas. Su problema les avergüenza porque se
dan cuenta de que no pueden frenar sus impulsos y esto produce altos
sentimientos de impotencia y sufrimiento.
Según Francisco Guayasamin de País Canela, la gran mayoría de adictos que han reconocido su problema y solicitado ayuda tienen estas características.
1. Una baja auto estima, que viene en algunos casos también cargada con un alto orgullo, falso ego o sentimientos de superioridad.
2. Un miedo profundo a la soledad.
3. Son manipuladores por excelencia.
4. Les encanta hacer el papel de víctimas, para así lograr su propósito.
Siguen el circulo vicioso: Víctima - Manipulador - Abusador , y eso no termina.
5. Llevan una doble vida que la mayoría de gente que les conoce no sospecha de sus
actividades sexuales secretas. Muchos tienen una doble personalidad, ante el resto pueden
ser seres honorables dignos, hasta los más ejemplares cristianos, buenos hermanos , hijos o padres.
En algunos casos cuando la familia se entera de sus actividades que pueden llevarlos a problemas legales,
la familia lo niega todo. No lo cree.
la familia lo niega todo. No lo cree.
6. Algunos padecen de mitomania. Mienten con una facilidad sobre todo para conseguir sexo, o crean fantasías en su cabeza que se les vuelven reales solo en su mente. Pobre de aquel que le vuelva a la verdad, será su mayor enemigo.
7. Confunden las relaciones sexuales con relaciones afectivas o incluso con amor. Un ejemplo: "Hacer el amor", en la mayoría de casos es confundido con "Tener simplemente una relación sexual o un orgasmo".
9. En procesos ya avanzados de adicción sexual , ya no entienden la diferencia entre el bien y el mal.
Pueden hacer daño a otras personas sexualmente: y no tienen remordimiento.
Pueden hacer daño a otras personas sexualmente: y no tienen remordimiento.
10. En casos de adicción sexual crónica , pierden la "conciencia".
11. Hacen falsas promesas sobre abandonar la adicción. Nunca las cumplen. La adicción es más fuerte.
12. Ven al otro ser humano simplemente como un objeto sexual. No importan las consecuencias...
Pueden pasar tranquilamente el VIH u otra infección, suelen dejar embarazadas a las mujeres
sin admitir responsabilidades, pueden pagar por tener sexo con una jovén que ha sido
negociada por la trata de personas... y sienten placer. Su objetivo principal es la consecución de placer
sexual, no importa las consecuencias.
Pueden pasar tranquilamente el VIH u otra infección, suelen dejar embarazadas a las mujeres
sin admitir responsabilidades, pueden pagar por tener sexo con una jovén que ha sido
negociada por la trata de personas... y sienten placer. Su objetivo principal es la consecución de placer
sexual, no importa las consecuencias.
13. Conciben al sexo no como una responsabilidad, sino como un "derecho".
15. Generalmente el adicto tiende a culpar a otra persona. En el caso de los casados, echan la culpa a la esposa en el caso de los solteros, echan la culpa a la soledad. En algunos casos se engañan aduciendo de que si encontrarían la pareja perfecta dejarían la adicción. En los casos en que sí consiguen la pareja ideal, a los pocos meses, vuelven a la adicción. El ciclo adictivo continua, por lo tanto la soledad es tomada como pretexto.
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