CUANDO ME VUELO CÓMPLICE DE UN ADICTO SEXUAL

Una persona que ha llegado a ser un adicto sexual no tiene una relación perfecta con la verdad. 

Muchos adictos solo aceptan que están muy enfermos cuando ya están en el fondo del pozo, y el fracaso los ha dejado a un paso de la locura, de la muerte. Algunos ya han perdido lo que daba sentido a sus vidas.
En tales casos, no podemos hacer otra cosa que enfrentar al enfermo con la verdad y hacerlo responsable de su propia ruina y de aquellos que puede arrastrar en su caída.

Cuando vemos que una adicto al sexo, ya esta haciendo daño a otras personas, como es el hecho de saber que tienen una Infección de trasmisión sexual   y la sigue transmitiendo o está en actividades sexuales que ponen en riesgo la integridad, dignidad , vida y salud de otras personas ,
como violaciones, abuso infantil, causante de embarazos indeseados y de abortos, nosotros tenemos que advertirle.

Podríamos aplicar este mensaje espiritual que encontramos en Ezequiel:

Oirás de mi boca la palabra y les advertirás de mi parte. Cuando yo diga al malvado;
“Vas a morir”, si tu no le adviertes, si no le hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, al  fin de que viva, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.  Si por el contrario adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, morirá el por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.

Nuestra responsabilidad en estos casos termina con la advertencia: -“Estas caminado hacia la muerte, estas haciendo que otros caminen hacia la muerte, terminaras por destruirte y destruir a otros.

Si el adicto al sexo sigue con su conducta de riesgo, efectivamente se hundirá, pero ya no tendremos responsabilidad sobre su catástrofe. Solo nos quedara llorarlo. Pero si nos callamos y no le advertimos, nos volvemos sus cómplices ante tantos asesinatos, o tanto daño causado por el adicto sexual.

Cuando una persona guarda silencio y conoce sobre otra persona que por sus actividades sexuales este haciendo daño a otros como : abuso sexual de menores, maltrato sexual a sus parejas, violaciones, transmisión de infecciones de transmisión sexual, robo de fondos para sus actividades sexuales, etc,
si no la denuncia, prácticamente se vuelve "complice".