jueves, 10 de julio de 2014

CUANDO LA LUJURIA MATA



La lujuria es un tirano que quiere controlar el sexo en su propio provecho,  y en el momento que le apetece.

Le gusta encontrarse constantemente en situaciones peligrosas.
Vuelve  la cabeza sedienta de sexo a cada paso.

La lujuria tan solo se siente  atraída exclusivamente por la apariencia. Hace que el ser humano viva tan solo de fantasías o de irrealidades. 

Reemplaza al ser humano y al amor con el uso de objetos eróticos o sexo pagado.

La lujuria reduce al ser humano a ser tan solo  un objeto sexual,  
tan solo produce el deseo de satisfacer el placer personal egoístamente, sea con quien fuere.

La lujuria produce  la dependencia como si de una droga se tratara.
La lujuria quiere más lujuria, siempre quiere más.


El que se vuelve  esclavo de la lujuria no se ama a sí mismo.
La lujuria le destruye la capacidad de amar y ser amado.

La lujuria genera sentimientos de culpa, soledad y vació.
Hace que parte del que cayó en sus garras desee la muerte.

La lujuria destruye al espíritu; con la lujuria puedo matar a otros
o incluso me puedo  matar a mí mismo.

¡La lujuria mata!

No hay comentarios:

Publicar un comentario