- ¿Quieres tomar una foto de los pechos de mi
hermana”? – Invitó una mujer temeraria. Si eso hubiese sido en una noche normal en un bar típico de Guayaquil, aquel
hombre se hubiese pellizcado el brazo. Pero en esa velada las reglas sociales
se escondieron bajo la alfombra.
Fue la fiesta de mi despedida de soltera. Una semana
después se supone que haría votos de felicidad,
contó Noemí, de 27 años, quien se bajo su top para ser fotografiada por un stripper. Esto fue la entrada de lo
que parecía ser su última aventura, pero resultó una catapulta para no casarse.
Es que para ella su mundo gira en torno al sexo. - “Podría
ser catalogada como prostituta, pero no lo soy. No lo hago por dinero. Es un
descontrol. Puedo conocer casualmente a alguien… fantaseo con él y el mismo día
tenemos sexo”.- Confesó un tanto
ansiosa.
Un caso similar vivió Fabricio, un quiteño que de
sus 49 años lleva 20 de casado.
“Cuando tenía relaciones con mi esposa, mentalmente estaba ausente; ya no había respeto”, relató pausado. Aquello fue producto del porno diario. – “No dejaba de masturbarme.
Me desvelaba. Así es como descuidé el trabajo, mi mujer e hijos”, contó.
En la actualidad lleva más de un año asistiendo a Sexo Adictos Anónimos, en Quito. “Al principio tuve recaídas, pero
ventajosamente las terapias me han ayudado a superar la ansiedad”, afirmó
subiendo la voz. Su familia le dio una oportunidad y la aprovecho.
NUNCA SACIAN EL DESEO
A decir del psiquiatra Héctor Cevallos, presidente
de la Sociedad de Sexología a nivel de Guayas y vicepresidente de la Asociación
Latinoamericana de Psicoterapia Cognitiva y Conductual, “el deseo sexual es
normal en todo adolescente, joven o adulto, lo adecuado es controlarlo, sin
embargo, la adicción sexual o hiper sexualidad es la necesidad incontrolable de
sexo, al punto de ver al resto tan solo como objeto de placer”, explico.
Similar criterio es del sexólogo César Merino y
agrego que “el adicto al sexo puede no lograr la satisfacción emocional o
sexual durante el acto; de ahí que su rasgo compulsivo hará que el proceso de
deseo se active una y otra vez”, aseguró.
Según la cifra que manejan los sexólogos en nuestro
país afecta al 6% de los ecuatorianos y el 4% son hombres, “ya que la
testosterona (hormonas masculinas) producen más libido, a diferencia de los
estrógenos (hormonas femeninas)”, refirió Cevallos.
LA MENTE ES PROTAGONISTA
Algunas personas creen que la adicción sexual no es
más que una excusa creada para las personas que tienen relaciones
extramaritales. Sin embargo se manifiesta por experiencias en la “infancia o
adolescencia (represión, violación, maltratos)”, manifiesto el Psiquiatra Héctor Cevallos.
Esta enfermedad se incorporará en el año 2012 en el
DSM 5, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Esto nos da
una dimensión de la gravedad que puede tener este tipo de comportamientos y la
importancia de que sean tratados.
A decir del psiquiatra Cevallos, en cada caso se
precederá a un tratamiento cognitivo conductual. Pero en todas las
circunstancias será preferible admitir esta realidad y no esconderla con
excusas o falsas justificaciones.
EL AUTOANÁLISIS
Algunas conductas asociadas a la adicción sexual:
- Masturbación compulsiva.
- Pensar reiterativamente en sexo en las actividades diarias.
- No poder relacionarse afectivamente con el resto de personas.
- Necesidad de pagar por sexo para poder excitarse.
- Múltiples encuentros sexuales quedando siempre vacios, y buscando más sexo para llenar esta ansiedad.
- Uso de hot lines en exceso.
- Pasar más de una hora diaria viendo pornografía.
- Maltrato, manipulación, engaño por lograr conseguir sexo.
- Ve a la otra persona solo como un objeto sexual.
- Puede estar ya infectado de VIH o otras Infecciones de Transmisión Sexual y eso no le
ha servido para dejar sus actividades de alto riesgo.
- A pesar de saber que tiene una Infección de Transmisión sexual, pierde el sano juicio y no le importa transmitir a otros. Pierde la conciencia.
- Niega constantemente que sea un adicto, debido a que su círculo cercano hace lo mismo y hasta lo protege, aunque tienen conductas autodestructivas.
- Pensar reiterativamente en sexo en las actividades diarias.
- No poder relacionarse afectivamente con el resto de personas.
- Necesidad de pagar por sexo para poder excitarse.
- Múltiples encuentros sexuales quedando siempre vacios, y buscando más sexo para llenar esta ansiedad.
- Uso de hot lines en exceso.
- Pasar más de una hora diaria viendo pornografía.
- Maltrato, manipulación, engaño por lograr conseguir sexo.
- Ve a la otra persona solo como un objeto sexual.
- Puede estar ya infectado de VIH o otras Infecciones de Transmisión Sexual y eso no le
ha servido para dejar sus actividades de alto riesgo.
- A pesar de saber que tiene una Infección de Transmisión sexual, pierde el sano juicio y no le importa transmitir a otros. Pierde la conciencia.
- Niega constantemente que sea un adicto, debido a que su círculo cercano hace lo mismo y hasta lo protege, aunque tienen conductas autodestructivas.
EL PROGRAMA DE SEXO ADICTOS ANÓNIMOS EN QUITO
En este programa se reúnen varias personas que comparten algo en común: Su lucha por controlar su adicción sexual y lograr una obtener una sobriedad buscando experimentar una sexualidad sana.
En este programa se reúnen varias personas que comparten algo en común: Su lucha por controlar su adicción sexual y lograr una obtener una sobriedad buscando experimentar una sexualidad sana.
El relato de cada experiencia forma parte de la
terapia de recuperación. “Admitir que tienes el problema es el primer paso”. Si
no lo admites y no quieres controlarlo. No hay avance. Esta es una de las
premisas del programa. “Derrotarse”.
Adictos al Sexo Anónimos en Quito es una comunidad
de hombres y mujeres de todas las orientaciones sexuales, oriundos de
diferentes ciudades del Ecuador, incluso vienen al programa extranjeros que
asisten a sus grupos en sus respectivos países, y cuando visitan en Ecuador por turismo, no se
olvidad de buscar ayuda en el programa para mantenerse sobrios.
Desde que se abrió el programa en Julio del 2010 han
pasado más de 500 personas, pero la mayoría abandona el tratamiento, porque
piensan que la adicción al sexo se cura de un día para otro, algunos no son perseverantes, otros se dejan
llevar por los concejos de sus amigos en el cual siguen negando su enfermedad, otros buscan cualquier tipo de pretextos para
no asistir al programa y seguir en su adicción, pero la mayoría vienen buscando
una medicina mágica que les permita parar su compulsión. Y nosotros no queremos
engañarles.
Lo cierto es que la Adicción al Sexo se controla
paulatinamente al igual que otras adicciones. Para esto se necesita buena
voluntad, humildad, honestidad,
constancia y sobre todo tener las ganas de cambiar interiormente para bien
personal.
La valorización de uno mismo mismos, el entender que
una sexualidad sana implica el respeto, disfrute en pareja y la ausencia de
conductas enfermizas son muestras de que el adicto empieza a salir de esto.
Realizado
por:
Gianella Muñoz Rennella
Periódico El Extra – Domingo 4 de Diciembre del 2011
Colaboración:
Sexo Adictos Anónimos.
http://saa-quito.blogspot.com
Gianella Muñoz Rennella
Periódico El Extra – Domingo 4 de Diciembre del 2011
Colaboración:
Sexo Adictos Anónimos.
http://saa-quito.blogspot.com
Dr. Héctor Cevallos.
Presidente de la Sociedad de Sexología Guayas.
Teléfonos (04) 239-2979
Presidente de la Sociedad de Sexología Guayas.
Teléfonos (04) 239-2979
Les escribe una esposa de un adicto sexual, llevamos casados 23 años y durante nuestro matrimonio siempre tuvimos buen sexo, pero claro como una esposa creia que tenia que todo lo que realizábamos durante nuestra relación sexual era normal, pero con el tiempo me empecé a dar cuenta que algo andaba mal, se estaba perdiendo lo sublime, lo tierno.....el amor. Y como me duele saber que llevamos mal nuestra sexualidad, se volvió grotesca, erótica, carnal...y empecé a cambiar con él.... y él conmigo.....yo ya no me sentía bien teniendo sexo con mi esposo.
ResponderEliminarEsto llevó al adulterio departe de él....y está ahy en ese mundo...y él está enfermo, estamos separados hace 6 meses, pero él nunca ha dejado de buscarme, de decirme q lo ayude, pero yo no se que hacer. Hasta que leí acerca de esta enfermedad de lo que produce en el ser humano...y son las características que tiene mi marido en este momento, ya no encuentro salida.
Vivimos en un pueblo donde no se trata esta enfermedad.....e incluso solo se puede es señalar a la persona y dejarla que este mal le arrastre hasta donde sea.....NO SE QUE VA A PASAR CON MI ESPOSO, yo estoy casada con él con el sacramento del matrimonio, y lo amo...... CÓMO LO PUEDO AYUDAR?. Él trata, Él dice que si... que va a dejar este adulterio...pero no puede, cae nuevamente....está perdiendo todo... todas las capacidades....y yo no puedo hacer nada , solo orar nada más.
Karina